
El guitarrista de Rammstein dijo en entrevista al magazine Kerrang! que los miembros de la banda trabajaron de manera separada durante las sesiones de grabación de su sexto álbum.
«Grabar este álbum fué una montaña rusa de emociones; la mayor de nuestras vidas...
Hubo muchas veces en las que pensé que no seríamos capaces de terminar este disco. Hubo mucha, mucha tensión. Nuestra atmósfera de trabajo en conjunto era... autodestructiva; hubo muchas peleas, mucha agresión y frustraciones en el desarrollo de este álbum... Al final del día, tuvimos que trabajar juntos para llegar a buen término.
Fué algo difícil, lidiar con este ambiente, pero es importante hacerlo, ya que de otro modo, no tendíamos un álbum tan bueno.»
Ahora que el álbum (aún sin título) sucesor de Rosentot (2005), ha sido completado con éxito, Kruspe revela que el ambiente en Campo Rammstein no podría ser mejor.
«Actualmente, todos estamos gratamente sorprendidos de cómo marchan las cosas» -añade, con una sonrisa.




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